Disfrutar del buen tiempo, practicar deporte en plena naturaleza y conocer la isla con propuestas diferentes a los habituales circuitos turísticos te resultará muy fácil. Un buen plan es recorrer parte de la Mallorca más rural a pie o en bicicleta y atravesar valles, montañas y llanuras hasta llegar a pueblos del interior, a los miradores de la cordillera de la Sierra de Tramuntana (al noroeste) o al Parque Natural de Mondragó (al sur) donde podrás oír el “rugido” de las olas contra sus acantilados. Encontrarás numerosos itinerarios por trazados rurales y carreteras comarcales.
También te divertirás si optas por alquilar una embarcación a vela o motor (con o sin patrón) junto a tus compañeros de viaje para contemplar el encanto natural de la isla desde el mar y llegar hasta las calas más escondidas, azules y cálidas.
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